Hoy se cumplen 40 años del intento de recuperación de las islas Malvinas por parte del gobierno de facto del General Leopoldo Fortunato Galtieri, hecho que sigue siendo una herida abierta en la historia de nuestro país. Desde el 22 de noviembre de 2000 se estableció el 2 de abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, al ser la fecha en la que se inició el desembarco de tropas argentinas en las islas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Y vale la pena repasar los orígenes de un litigio varias veces centenario.
Génesis de una disputa
Según la ONU, el archipiélago es uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité Especial de Descolonización. Desde 1965, es considerado un territorio de soberanía pendiente entre el Reino Unido, que lo administra desde 1833, y Argentina, que reclama su devolución.
A diferencia de otros casos, en Malvinas no había población humana autóctona, originaria o indígena. Los primeros visitantes fueron marinos de Francia, el Reino Unido y España, que llegaron a las islas con intereses expansionistas.
Todavía no se pudo establecer qué navegante europeo las divisó por primera vez. Las islas figuran en mapas desde 1502, cuando Américo Vespucio avistó un archipiélago que podría ser el de Malvinas. El primer mapa específico de las islas fue realizado en 1520 por Andrés de San Martín, tripulante de la expedición de Magallanes. Y el 4 de febrero de 1540, un barco español capitaneado por Alonso de Camargo, llegó a las islas Malvinas y permaneció allí hasta el 3 de diciembre.
Por su parte, los ingleses sostuvieron hasta bien entrado el siglo XX que John Davis descubrió las islas en 1592, y en ese dato fundamentó sus derechos de soberanía. Sin embargo, el gobierno y los historiadores británicos modernos reconocen que el tal Davis no las descubrió, dado que para esa fecha las islas ya aparecían en numerosos mapas españoles.
La primera visita incuestionable fue realizada en 1600 por el marino neerlandés Sebald de Weert, quien a bordo del Gelcof recorrió las islas Jasón, al noroeste de la isla Gran Malvina.
Francia vs España
A principios del siglo XVIII, los franceses organizaron sucesivos viajes de exploración a las Malvinas. El 15 de septiembre de 1763 una expedición francesa comandada por Louis Antoine de Bougainville zarpó del puerto francés de Saint-Maló con el objetivo de establecer una colonia en Malvinas. Llegó a las islas el 31 de enero de 1764 y en marzo construyó el fuerte militar de Puerto Luis, que tenía una población de 29 colonos. Volvió a Francia para buscar más provisiones y colonos y a principios de 1765 llegó con 130 colonos. Además, exploró la costa patagónica en busca de madera.
En 1766, España reclamó por la colonia francesa en las islas y terminó comprándolas a Francia por 618.108 libras francesas. Inmediatamente, se nombró a Felipe Ruiz Puente como gobernador y desde ese momento se sucedieron 32 gobernadores que residían en Puerto Soledad y dependían directamente de las autoridades españolas residentes en Buenos Aires. La ocupación española terminó como resultado de la invasión napoléonica y la independencia de las colonias americanas.
Argentina vs Inglaterra
En 1816 nuestro país se declaró independiente de España y el gobierno de la provincia de Buenos Aires tomó posesión de las islas en 1820. El Reino Unido no protestó ni realizó reserva de soberanía al firmar en 1825 el aún vigente Tratado de amistad, comercio y navegación. En 1823, se le concedió a Luis María Vernet la explotación de recursos de las islas y el 10 de junio de 1829 se creó la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas con asiento en la isla Soledad y jurisdicción indefinida en las islas adyacentes al cabo de Hornos. Desde allí vigilaba de cerca la actividad de barcos balleneros.
La captura de tres barcos estadounidenses culminó en el ataque de la corbeta de guerra Lexington de los Estados Unidos, que destruyó las instalaciones de Puerto Soledad. Indefensas las islas, el 2 de enero de 1833 llegó la fragata de guerra británica HMS Clio, cuyo capitán, un tal Onslow, comunicó que iba a reafirmar la soberanía británica y retomar posesión de las islas en nombre del Reino Unido. Las fuerzas británicas desembarcaron e izaron su pabellón.
El resto de la historia es más o menos conocida. Idas y vueltas diplomáticas, el lobby británico, Thatcher y Galtieri fueron parte de un largo diferendo por la soberanía territorial, cuya página más sangrienta fue la Guerra de Malvinas que se llevó la vida de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. Hoy, el litigio continúa por vía diplomática.
Como no podía ser de otro modo, Landrú dio su visión a través de viñetas tan precisas como oportunas. Dejemos por un rato que hable el humor.