¿Es tan mala la inflación? ¿Es tan nefasta para la economía del país? ¿Debemos creer a pie juntillas todo lo que se dice contra ella? ¡No y mil veces no, demonios! La inflación también tiene sus ventajas, y para demostrarlo ofrecemos de inmediato algunas de ellas.
• Cada día se gana más.
• Salimos menos y tenemos más tiempo, cuando nos quedamos en casa, para meditar.
• Pagamos una cifra ridícula por un crédito que nos concedieron hace uno años.
• Siempre tenemos tema para comentar lo cara que está la vida.
• Se encuentran taxis libres por la calle.
• El centro está más vacío.
• Caminamos más al tomar menos taxis o colectivos, gimnasia que es muy buena para el organismo.
• Para ahorrar nafta sacamos menos el auto, aligerándose el tránsito.
• El auto, lavarropas y televisor que compramos hace un año, o dos, se han valorizado el triple.
• Compramos cada vez menos productos extranjeros, evitando la evasión de divisas.
• No compramos numerosos productos por su elevado precio, que es una manera de ahorrar.
• Como compramos menos ropa, hay más lugar en los roperos y cómodas.
• Podemos conseguir fácilmente plateas filas 1 y 2 en los teatros.
• Cuando invitamos a nuestra mujer o novia a comer a un restaurante cada dos meses se ponen más contentas que cuando las invitábamos todas las semanas.