En 1874, Mar del Plata vio nacer una ciudad que se convertiría en un ícono del verano argentino. Con motivo de su 150 aniversario, exploramos los vínculos entre los inicios de esta localidad costera y la presencia icónica de figuras como Landrú.
EL NACIMIENTO DE “LA FELIZ”
El 10 de febrero de 1874, Patricio Peralta Ramos logró que se bautizara con el nombre de Mar del Plata una estancia de su propiedad, emplazada en lo que hoy es Laguna de los Padres. Por entonces, la zona ya contaba con una población estable, aunque el viaje hasta Buenos Aires demandaba entre 8 y 10 días.
Con los aportes de los Peralta Ramos y Pedro Luro, entre otros, la ciudad fue creciendo y en 1886 llegó el ferrocarril, acelerando su desarrollo como centro pesquero y textil. En 1907, obtuvo el estatus de Ciudad y rápidamente se convirtió en un exclusivo centro turístico gracias a las bondades de su clima y extensas playas. Hoy, es la cabecera del partido de General Pueyrredón, un importante puerto y balneario, siendo el segundo destino turístico más popular del país después de Buenos Aires.
VACACIONES CON BUEN HUMOR
Durante décadas, Mar del Plata fue el refugio veraniego de Landrú y su familia. Su hijo, Raúl, recuerda con cariño aquellos días de su infancia: “En la playa grande de Mar del Plata había varios balnearios elegantes, como el Yacht Club, el Ocean Club o el Golf Club, que tenían instalaciones con restaurantes, vestuarios y áreas de lectura. Todos los balnearios contaban con varias filas de toldos o carpas que alquilaban los socios durante su estadía en el verano”.
“Era común ver las icónicas sillas de mimbre marplatenses, donde mi padre y nuestros amigos pasaban horas disfrutando del sol y el mar. Recuerdo que siempre visitaban nuestro toldo en la playa amigos de mi padre, como Chonchón Losada Allende, Fito Gómez Cainzo, Alberto Picasso Cazón y Pastor Obligado. Además, periodistas como Bernardo Neustadt e Ignacio Ezcurra solían acercarse también”, concluye Raúl.
Mar del Plata tuvo un gran pasado y sigue siendo un faro de encanto y tradición, cautivando a generaciones con su belleza costera y su rica cultura.